domingo, 27 de junio de 2010

Abriendo camino a las personas


Estamos en el centenario del nacimiento de Miguel Hernández, poeta alicantino bien conocido aquí, ya que nació en Orihuela. Un siglo ha pasado desde que nació, y la España de hoy es bien distinta a la que él conoció.

Es útil y saludable recordar de vez en cuando la historia, nuestra historia, para intentar evitar tropezar con la misma piedra, algo que como seres humanos nos resulta extraordinariamente difícil.

Y qué mejor que un poema de Miguel Hernández para recordar la España que él conoció. He escogido una estrofa de su poema Sonreídme porque pienso que ilustra perfectamente el contraste entre la España que él conoció y la de hoy, porque nos muestra el enfado y el odio que se respiraba en aquellos tiempos que condujeron a la Guerra Civil. Y dice así:

Ya relampaguean las hachas y las hoces con su metal crispado/ ya truenan los martillos y los mazos sobre los pensamientos de los que nos han hecho burros de carga y bueyes de labor.

Salta el capitalista de su cochino lujo/ huyen los arzobispos de sus mitras obscenas/ los notarios y los registradores de la propiedad caen aplastados bajo furiosos protocolos/ los curas se deciden a ser hombres/ y abierta ya la jaula donde actúa el león queda el oro en la más espantosa miseria.


Son palabras muy duras. Y por suerte a nosotros nos ha tocado vivir en otros tiempos. Vivimos en una Unión Europea en la que las guerras entre sus países miembros y las guerras civiles al interior de estos, son afortunadamente impensables.

Nos podemos considerar muy afortunados, sobre todo estos dias cuando vemos las imágenes de los desdichados de Haití que sufren triplemente: por la miseria que ya les rodeaba, por la destrucción devastadora del terremoto, y porque para colmo la ayuda humanitaria no les llega. Aprovecho para informarles que CDL apoya la labor de UNICEF sabiendo que la mitad de la población de Haití son niños, muchos de los cuales habrán quedado huérfanos, y en nuestra web hemos colocado un enlace que les lleva a la web de UNICEF España para que puedan realizar una donación.

Somos, pues, afortunados. Y sin embargo, no debemos contentarnos con esto. Nuestro objetivo no puede ser el de compararnos con situaciones catastróficas. Nuestras miras deben estar enfocadas hacia aquello a lo que podemos y debemos aspirar.

Aunque España es un país moderno, se respira desasosiego y frustración. Y esto es sencillamente porque todos sabemos que España puede hacerlo mejor; que España tiene energía y creatividad latentes, que sin embargo siguen atrapadas, porque en España la política no está enfocada hacia la persona, hacia el ciudadano.

Cabe preguntarse si disfrutamos de una verdadera democracia cuando no recurrimos a la Administración de justicia para que resuelva un conflicto mediante una demanda que podría considerarse justa, por pensar que se trata de una pérdida de tiempo ante la lentitud con la que opera esa justicia, o al comprobar que una sentencia o decisión judicial pueda depender del sesgo ideológico del juez de turno.

¿No resulta asfixiante el poder de los bancos para con los ciudadanos? Bancos que en ocasiones se niegan a prestar créditos o fijan condiciones lesivas en cuentas y cobros de comisiones.

¿Y qué decir de que España será en el 2050 el país más envejecido del mundo? ¿O que en España somos el país con mayor índice de fracaso escolar en toda la UE? ¿O que España es el país con más tasa de desempleo de la UE, con casi el doble del país que va después?

Hace falta cambiar radicalmente el enfoque de la política en España para ir abriendo camino a las personas. Queremos abrir camino a los que tienen iniciativa: autónomos, pequeños empresarios, innovadores, inventores…

Queremos abrir camino a los que quieren aprender, tener conocimientos nuevos, sean estudiantes o trabajadores buscando una nueva formación.

Queremos abrir camino a los que son solidarios: voluntarios trabajando en asociaciones, empresarios que se preocupan por la responsabilidad social de sus empresas, o aquellos que tienen una conciencia de alcance global y les preocupa las condiciones de vida en otros continentes.

Queremos abrir camino al ciudadano: al que desea participar en la toma de decisiones en su municipio o comunidad autónoma, a los que quieren luchar contra la corrupción, el despilfarro, los monopolios y las administraciones prepotentes, a los que quieren exigir rendimiento de cuentas y una justicia eficaz e independiente.

Queremos abrir camino al que respeta el planeta que habitamos, luchando por una economía verde y productiva, protegiendo la biodiversidad e incentivando el ahorro energético.

Queremos abrir camino al libre pensador, rechazando las verdades absolutas y excluyentes.

En definitiva, queremos abrir camino al ser humano, celebrando la diversidad, fomento un concepto moderno de identidad, porque en la Europa Unida, en un mundo globalizado, todos tenemos múltiples identidades.

Creemos que de esta manera España puede convertirse en un país más dinámico, motor de Europa, realizando así su enorme potencial.

Hay mucho que hacer para que en nuestro país lo justo y lo democrático se abra paso ante lo corrupto y lo injusto. Y para que las personas puedan abrirse paso. Pero de nada sirve lamentarse. Estamos aquí porque queremos empezar a cambiar la situación. Hay millones de personas en España esperando escuchar este mensaje de esperanza e ilusión. Si eres uno de ellos únete a nosotros para que contigo nos hagamos más fuertes y este mensaje se escuche con fuerza por todo el país.